martes, 17 de mayo de 2011

La niña de la suerte.

Siempre me he caracterizado por ser una persona con muy mala suerte, al principio sufría , pues, no era muy difícil darse cuenta de que las cosas que me sucedían a mi carecían de normalidad, choques repentinos, ataques de perros, ataques de ancianos violadores, extrañas muertes de mis mascotas como mi hamster aplastado por una televisión ,accidentes en momentos tan importantes como tu primer beso, o una caída en medio de un acto importante, estos entre otros muchos mas.
Con el tiempo comprendí que este tipo de cosas jamas me dejarían en paz, y empecé a hacer todo tipo de cosas , alejarme de escaleras, cuidar espejos, he incluso pasar horas en mi patio en busca tréboles de 4 hojas que jamas encontré, realmente estava asustada.
Siempre me imagine a mi mala suerte como una niña risueña escondida en cada sombra, mirándome, espiándome, haciendome zancadillas, poniendo todo tipo de escenarios y situaciones para entretenerse.
Ella siempre se burlo de mi, me asustaba, me molestaba, pero jamas logro hacerme algo lo suficientemente grabe como para que yo la odiase, después de todo solo esta jugando conmigo, si quisiera hacer algo realmente malo yo ya estaría paralitica (aunque debo decir que no le a faltado mucho para llegar a tal punto).
 Hasta el gran día, lo recuerdo como si fuera una película. Me encontraba en el colegio en el aburrido acto matutino, entonces hice una morisqueta a un profesor , pero la mala suerte actuó de nuevo , justo en aquel momento el obeso de mi profesor se dio vuelta y me vio  con su gorda y sudorienta cara de enojo, así que corrí, pase ágilmente entremedio de mis compañeros con el fin de llegar al final de la fila, sabia que el hombre obeso jamas llegaría hasta ese punto,y entonces sucedió, pase a pisar a alguien, pedí perdón sin verle la cara y seguí, pero no pude llegar muy lejos, el me agarro con fuerza , me devolví con el tirón de su gigante mano en mi brazo, ahí fue cuando lo vi por primera vez con detención, levante lentamente mi cabeza, era tan alto, que me tome mis segundos en llegar hasta su rostro, pero lo hice, llegue, ahí lo vi, el rostro que pronto seria mi maldición, esos ojos miel con gris, capaces de devorarme con una sola mirada, esa sonrisa torcida de labios carnosos, y dientes perfectos, ahí estaba él, él hombre de mis sueños, él hombre de mis pesadillas. Ese día ingenuamente ame a mi mala suerte, había pisado a un niño intrigantemente hermoso gracias a ella, gracias a ella, él me piso el pie tan fuerte de vuelta que me costaba ponerme el zapato de lo hinchado que se sentía mi pie, pero  valía la pena, me sentía tan increíblemente atontada por la calidez de su mirada, pronto conectamos, una linda historia, que hoy no es mas que tristes recuerdos. Y hoy veo con claridad, hoy mi mala suerte se ríe a carcajadas, le duele la panza de tanto reír, ella sabia que esto seria un espectáculo perfecto para ella.

Ahora así no la odio, pues, ahí que admitir que si logras retorcer tu mente tanto como la de la niña de la mala suerte, podrás ver que todo esto resulta bastante chistoso.

2 comentarios:

  1. Ja ja ja!! Pobre Caroll, pobre hamster!.
    Está muy bueno el blog.
    Saludos!.

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  2. La muerte de copito de nieve es algo que jamas superare!! jajaja, aun no comprendo que hizo para merecer una muerte tan poco digna jjajaja, que bueno.
    Que buena que te guste C:

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