martes, 31 de mayo de 2011

Eterna tortura.

Cada día me siento más agotada, es como si estuviera caminando a lo largo de una interminable carretera, en medio de un abrumador desierto, el sol no tiene piedad, no hay nada mas que el duro y caliente cemento de la carretera y la arena a su alrededor.
  Como si esto no fuera suficiente, resulta no ser nada en comparación al peso sobre mi espalda, la carga que he ido acumulando a lo largo de mi vida. Resulta casi insoportable.
 Siento sed, calor, cansancio...
Cada cierto tiempo siento cierto optimismo sin sentido, brota una fuerza a través de mis desgastados músculos, y el peso de mi espalda se vuelve soportable y continuo caminando , pero esta vez con mas fuerza, mas rápido, y hasta creo encontrarle sentido a esta ridícula travesía , casi siento que estoy llegando a algún lugar y entonces, apareces tu...tu con tu sonriente cara, llena de malicia infantil, la misma expresión que coloca un niño al torturar a una hormiga con una lupa y sol. Yo soy tu hormiga.
 Entonces sacas una piedra del tamaño justo para desgastarme, para dañarme enormemente, pero no lo suficientemente grande como para matarme . Y luego te vas, desapareces en medio de tu pequeña tormenta de arena, trato de alcanzarte, pero el peso de la piedra que has dejado en mi espalda hace que esto resulte imposible.
Una vez que no quedan rastros de ti, es cuando miro al frente suelto un ruidoso suspiro, las piernas me tiemblan ligeramente, pero el sol y su sofocante calor me empujan a seguir, así que continuo, con dificultad coloco un pie delante del otro y avanzo lentamente.
Recuerdo cuando te pedí que me explicaras este juego y lo divertido de este... tu no supiste que decir y trataste de sacar la vuelta, no pudiste, te alteraste y me heriste, duplicaste el peso en mi espalda
-¿ Por que preguntas tanto?- dijiste .
-Porque necesito de tus respuestas para avanzar...
- ¿Avanzar a donde?!- te alteraste.
- A donde no estés tu.
No hubo mucho mas que eso.
Así que sigo caminando sin rumbo aparente, sin razón, esperando la chispa de ridículo optimismo, que aparece cada cierto tiempo en mi , al menos se que cuando la tenga tu volverás, me dañaras colocaras mas piedras en mi cansada espalda, pero , y que mas da?, al menos te podre ver otra vez

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